Necesitamos un Edmundo

Que pasaría si en Chile, la prensa amarilla o rosa se preocupara de la vida de los artistas? Algo así como ventilar los detalles de la separación de Gonzalo Díaz o los conflictos de Justo Pastor Mellado por deslenguado, o mejor, revelar cuántos de nuestros talentos engañan a sus señoras o son gay? Desilusionados, los lectores morirían de lata y preferirían ir a ver Los Simpsons, supongo.

Históricamente, la desconexión entre arte y la vida real es una secuela del golpe militar, cuando los artistas que quedaron en Chile tuvieron que buscar nuevos lenguajes, mucho más crípticos, para seguir ejerciendo. Pero en el 2009, ésta y otras razones de curso de Historia del Arte chileno ya suenan como a cuento, sencillamente porque la cosa sigue igual de lejana a pesar de que llevamos muchos años de pseudo democracia y normalidad. Y hay que decirlo, a la nunca bien ponderada señora Juanita seguramente no le va a interesar mucho la Trienal, o los artistas que este año van a las Ferias Internacionales, etc.
Y es que de un tiempo a esta parte, en Chile el arte está tan desconectado de cualquier escena que no sea la suya propia, que no le interesa a nadie, a menos que en la noticia se presente el escándalo, la polémica o Baby Vamp.

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Quiero hacer mi show, mi show!

Hoy en la tarde, Edmundo, el de las canciones románticas y los escándalos en tribunales, se tomo unas pastillas tranquilizantes después de ver a su polola besándose con otro en Yingo, uno de esos programas en los que todos se besan todo el rato. Pero eso no es todo‼ (y esto es lo que me emociona), cual híbrido de personaje Shakespeareano con artista conceptual, Edmundo no encontró nada mejor que ir a los pies de la virgen del cerro San Cristóbal para concretar la intoxicación…(éste si que es un performer comprometido con el sitio específico!)


Edmundo

Y bueno, cualquiera podría decirme: y qué importa? Y yo digo: en realidad nada, pero la historia es tan patética y entretenida que igual me quedé pegada, con cara de siútica tratando de mantener la compostura es cierto, pero viendo la noticia de todas maneras. Ese es el tema.

El morbo de enterarse de cosas raras como Woody Allen casándose con su hijastra, o que Britney se reinventa y uno no se da ni cuenta cuando es que adelgaza y los gringos ya la quieren de nuevo, siempre es sabroso, si no, canales de cable como E! y algunos programas de nuestra tv no encontrarían seguidores suficientes para seguir en pie. ¿Que será entonces lo que podría convertir el arte en algo masivo, algo que llame tanto la atención de los medios como Edmundo? Claramente no es la franja de Cultura entretenida, o la fórmula de ARTV.

Creo que las últimas veces que los medios pusieron atención a una obra de arte nacional, siempre ha sido con ánimos de una interpelación moral…con la pregunta Será esto Arte????, como si el valor de una obra tuviera que ver con reflexiones de vida o algo por el estilo.
Si Pamela Díaz se tiñe el pelo la gente también se preguntará…Será esto Espectáculo????


Polémicas éticas y no estéticas

Hace 10 años, Evaristti se puso de moda con sus pececitos en jugueras en el MAC, en el 2005 Maximo Corvalán invitó a dos indigentes a vivir en un diorama gigante frente al Museo de Bellas Artes, y en el 2000 la obra Casa de vidrio, ganadora de un Fondart, hizo “relinchar a los califas”-según La Cuarta. Y así, la cuenta suma y sigue, entre animales embalsamados y fetos en formalina.


Señora de la instalación de Corvalán

A pesar de la cobertura que en general alcanzan estas obras, lamentablemente no podemos hablar de una conexión o interés real con el lector o televidente, ya que la noticia de la “obra polémica” está tan mediada con lo que entendemos por excitante que todo se vuelve medio amorfo, deforme y patético, envuelto en sobreinterpretaciones sobre cosas que finalmente tienen más que ver con la moral y las opiniones personales, que con un juicio estético, o de cualquier tipo.

Pero si buscamos responsables de nuestra baja popularidad, de quien sería la culpa? Ciertamente no es de Edmundo por idiota, ni de la Señora Juanita por inculta, sino de los mismos artistas por fomes.
Así que ya saben colegas, con la competencia de los artistas de la tele tenemos dos opciones: 1. Teñirnos el pelo y salir a la calle a mostrar presas, ó 2. Empezar a producir obras que interesen, sorprendan o simplemente gusten, sin forzar el morbo ni abusar de los animales.