Siempre hay una excusa para cambiarlo todo?

Hoy llegó a mis manos la nueva campaña de Ripley “ECOCHIC”, una línea hogar con muebles y decoración. El material en cuestión tiene tres partes, un comercial, un catálogo web y una página que es como el catálogo pero adornado con efectos y gráficos 3d.
Asi que, aprovechando esta propuesta triple, vamos por partes…de más a menos.




Spot
Una pelota amarilla que deja un lindo living como campo de batalla, una mina que mira a su amado con cara de víctima mientras le pasa la tarjeta plateada y una escena de playa paradisiaca donde los dos personajes conversan felices en su living nuevo, ECOCHIC, de punta a punta.
Siguiendo el ejemplo de emblemáticos videos hechos con reacciones en cadena, como el “The way things go” de Fischli & Weiss o el muy emocionante y bien logrado comercial de Honda ACCORD**, el spot de Ripley logra captar la atención en su corta pero efectiva duración.

“The way things go” de Fischli & Weiss


Honda ACCORD

A pesar de deja con las ganas de que no tuviera tanto truquillo o que hubiera estado filmado en toma continua, etc., creo que el spot tiene sus meritos. Y no hablo sólo de cómo se ve, sino de cómo se pensó.
Me explico.
Creo que lo que mas de gusta de la publicidad argentina es la cabeza de los publicistas. Para hacer un spot de leche para niños, usan vacas perseguidas por la policía, para promocionar un desodorante inventan un hombre de chocolate o un bisco…es la forma en la que se despegan del encargo para hacer lo que se les antoja y es mas divertido de hacer…y como consecuencia lógica (pero no siempre considerada), de ver.
El spot de Ripley tiene algo de eso, al mostrar una propuesta de enganche con buena música y luego, sólo por unos segundos, “los productos”, aunque de todas maneras al final se arranche con los tarros porque, para que estamos con cosas, si pudiéramos así de fácil cambiar la casa por esa vista final del resort al aire libre, estaríamos todos inventando maneras de ensuciar nuestros livings.

Catalogo web

Incluso para un ser humano tan poco hogareño como yo, el catálogo arranca en algún momento una frase como “oh que lindo ese sillón!”.
No quiero que suene sólo a juicio de valor, pero me gustó porque tiene fotos bonitas, locaciones bien elegidas, su clásica chica guapa con el pelo al viento, tipografía discreta y colores armónicos.
Nada nuevo y bien complaciente, pero bonito.

Catálogo adornado con 3d

Esto si que se lleva el rojo de la jornada.
Para qué hacer más cosas si con el catálogo y el video bastaba…
Sólo eso, creo que este tercer elemento lleno de adornos pegoteados y mal hechos está absolutamente de más.


** Artículo publicado en Inconciente Colectivo